
Buenos Aires. El proyecto ShipFC hará que el buque de suministros Viking Energy instale una gran celda de combustible de amoníaco de 2MW modernizada. El sistema permitirá que la embarcación navegue únicamente con combustible limpio durante un máximo de 3.000 horas al año.
El objetivo también es garantizar que una pila de combustible grande pueda suministrar energía eléctrica total a los sistemas de a bordo de manera segura y eficaz y demostrar que son posibles viajes de largo alcance sin emisiones con alta potencia en barcos más grandes.
Esta es la primera vez que se instalará una celda de combustible con amoníaco en un barco. Una parte importante del proyecto será la ampliación de una celda de combustible de 100 kilovatios a 2 megavatios. El sistema de celda de combustible de amoníaco se instalará en Viking Energy a fines de 2023.
Otra parte del proyecto ShipFC realizará estudios en otros tres tipos de embarcaciones, a saber, embarcaciones de construcción en alta mar y dos tipos de embarcaciones de carga, para demostrar la capacidad de transferir esta tecnología a otros segmentos de la industria naviera.
Bart Biebuyck, director de FCH JU, dijo: “Viento favorable para el proyecto ShipFC, ya que prueba la ruta de descarbonización marítima con amoníaco verde como combustible y pila de combustible de óxido sólido como tren motriz. Complementa así el portafolio de proyectos marítimos apoyados por FCH2 JU: MARANDA y FLAGSHIPS, que utilizan hidrógeno como combustible y Celdas de Combustible de Membrana de Intercambio de Protones”.
Ship FC está dirigido por un consorcio de 14 empresas e instituciones europeas y coordinado por la organización de clúster noruega NCE Maritime CleanTech. La CEO del clúster de NCE Maritime Cleantech, Hege Økland, dijo que este proyecto representa otro paso en la dirección correcta, ya que el transporte marítimo busca formas de utilizar nuevas tecnologías y combustibles para descarbonizar.
“El transporte marítimo ha acordado el objetivo de descarbonizar para finales de siglo y haber logrado un recorte global del 50% para 2050 basado en los niveles de 2008. A medida que avanzamos en la trayectoria correcta para lograr estos objetivos, vemos que aumenta el interés en nuevos combustibles como el amoníaco y el hidrógeno. El amoníaco es una fuente de energía abundante y puede obtenerse fácilmente a partir de recursos renovables, lo que lo convierte en uno de los combustibles que probablemente cubrirá parte de la demanda energética futura del transporte marítimo”, concluyó la directora ejecutiva Økland.
Fuente: fch.europa.eu
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