Las Islas Malvinas, a partir del 1 de enero del 2021, perderán una situación de privilegio comercial y tendrá que acostumbrarse competir conforme a las normas por las que se rige el comercio mundial. Los aranceles de la Organización Mundial de Comercio (OMC) oscilarán en el caso de la pesca entre un 6% y 18% y las carnes de aproximadamente el 42%.
Esos números difícilmente le permitirán mantener por mucho tiempo la autonomía económica y financiera lograda desde el 2007. Es probable que las nuevas circunstancias repercutan en la calidad de vida del archipiélago y en la confianza respecto a la metrópoli. Posiblemente, en previsión de un clima más áspero con la colonia, Londres ha adelantado, que los productos de Malvinas ingresarán a los puertos británicos sin aranceles y cuotas.
Ese dato, sin embargo, no sería suficiente para tranquilizar expectativas y proyecciones económicas o mantener el producto bruto interno en los niveles conocidos ya que solo un 6% de la pesca y dos tercios de la producción cárnica de las islas se consume en el Reino Unido. La Unión Europea ha sido el cliente estratégico principal. En el 2019, el 94% de las exportaciones de la pesca y un tercio de la producción de carnes estuvieron destinada a la Unión Europea.
España el cliente privilegiado
En este contexto, el ilegítimo gobierno de las Islas ha estado intentando disminuir los futuros efectos comerciales negativos. España ocuparía un lugar destacado en la estrategia orientada a no perder el mercado europeo aún con aranceles, en particular el calamar Loligo.
El lamentable comportamiento de España se basa en que el 20% de toda la pesca que ingresa por el puerto de Vigo es de Malvinas. El 35% del calamar que se consume en la península ibérica es con licencias isleñas. La mayor parte del procesamiento, valor agregado, distribución y comercialización de los recursos pesqueros de Malvinas la realizan empresas españolas. Buques pesqueros isleños se construyen en astilleros gallegos.
Los buques españoles que operan con licencias adjudicadas ilegalmente por Malvinas son aproximadamente 30. En general las capturas españolas del caladero Malvinas o de la milla 201 se descargan en Montevideo y de allí se transportan en contenedores al puerto de Vigo para la distribución en el mercado comunitario. Parte de esas capturas se reexportan desde Uruguay a Asia siendo Vietnam y China los destinos principales.
Es de imaginar que la estrategia del archipiélago es continuar profundizando lazos comerciales con socios tradicionales y desarrollar nuevos vínculos económicos, en particular en América Latina. Sin embargo, la carta central para el nuevo ciclo tras el Brexit es achicar los tiempos para que la exploración de petróleo off shore produzca resultados. Aunque no hay certezas de la calidad de las existencias de hidrocarburos, ya se lanzó una licitación para la construcción de viviendas para atender la eventual demanda petrolera a partir del 2022.
Es de esperar que la Argentina sepa aprovechar la actual coyuntura que permitiría abrir opciones diplomáticas en la histórica disputa de soberanía. Serenidad estratégica sería un comportamiento clave para lograr resultados. Desde esa perspectiva, es importante desarrollar una acción diplomática que encare, con inteligencia geopolítica, la variedad de objetivos diplomáticos en juego. Es hora de reflexión y acordar una política diplomática de consenso con todos los espacios con representación parlamentaria.
Por: Roberto García Moritán | : @RGarciaMoritan
Por: Redacción