Este artículo, inspirado en las investigaciones sobre Félix Dufourq del profesor Gustavo Chalier, no pretende ser una investigación en toda la regla, pero sí un trabajo que reafirma y pone de relieve lo hecho por este notable marino y oficial de la Armada Argentina, en el siglo XIX.
“Si la historia se nutre de memoria, también lo hace de olvidos. Durante muchos años, la figura de Félix Dufourq quedó desdibujada en el horizonte histórico puntaltense, relegado a un evidente segundo plano respecto del ingeniero Luiggi” (1)
Este marino argentino, nacido en Concordia, Entre Ríos, el 25 de julio de 1860, debe ser considerado, como el verdadero defensor y sostenedor de la construcción del Puerto Militar en la actual ubicación geográfica y, en consecuencia, debe ser también considerado, el verdadero fundador de la ciudad hija de la Base Naval, la ciudad de Punta Alta.
Con 17 años de edad, ingresó a la Armada Nacional en 1878, egresando en 1881 con el grado de alférez de fragata, siendo comisionado a la Cañonera “Bermejo”, para realizar tareas de estudios hidrográficos, topográficos y de balizamiento en la ría de la Bahía Blanca.
Posteriormente, es enviado a Francia a realizar estudios sobre obras de defensa y en artillería, en los años 1883, 1886 y parte del año 1893. (2)
En esas décadas, por razones geopolíticas, los visionarios “presidentes Domingo Sarmiento y Nicolás Avellaneda dieron impulso a la formación de una fuerza naval profesional y a la primera Escuadra de Mar moderna, que reemplazó la vela por el vapor y los cascos de madera por los de hierro, forzados por un cambio de paradigma” (3), sumado a los potenciales enemigos que también aspiraban a ampliar sus fronteras hacia nuestra Patagonia, lo que motivara un cambio de aquel escenario histórico donde se desarrollaba el comercio, centrado en los ríos Paraná, Uruguay, Paraguay y la cuenca del Plata, por un nuevo y gran teatro de operaciones, el vasto Mar Argentino.
A su regreso de Europa, el joven Dufourq, con los conocimientos adquiridos, continúa sin pausa con una campaña de difusión sobre las modernas fortificaciones portuarias y sus estudios de factibilidad del mejor lugar para la instalación de un puerto militar, que provea seguridad náutica y física, que permitiera reparar, y alistar la Escuadra de Mar, teniendo en cuenta la nueva tendencia mundial del aumento del tonelaje y calados de las nuevas unidades de guerra.
Ya en 1893, es comisionado nuevamente a la zona de la ría de la Bahía Blanca para continuar con trabajos hidrográficos, terrestres, y de balizamiento, concretando la instalación del pontón-faro Bahía Blanca en la entrada de la ría, y como producto de estos estudios, define concretamente al puerto natural Puerto Belgrano, como el lugar más apto para la instalación del futuro Puerto Militar. Esto se contraponía a las teorías de los Oficiales Superiores que conducían la Armada en ese momento, encabezados por los Almirantes Solier, Diego Brown y Cordero, que hicieron una cruzada para que el puerto militar se instale en costas del Río de la Plata, concretamente Puerto Madero en Buenos Aires, o en La Plata, ambos sitios geográficos refutados por Dufourq con argumentos de origen técnico y estratégico.
En 1894, el Capitán de Fragata Dufourq gana el VI Certamen anual del Centro Naval, (club del cual, doce años antes, fuera socio fundador junto a jóvenes marinos profesionales); certamen que llevó por título: ¿Cuál es el punto de la República más adecuado para establecer el Puerto Militar? En dicha tesis afirma: “Bahía Blanca deber ser el asiento de nuestro Puerto Militar, y diré que Puerto Belgrano de Bahía Blanca situado en latitud 38º56´36” sur, es el gran puerto militar por ser cabeza de ferrocarril hoy, con fáciles comunicaciones a toda la república, situado en una zona ganadera y agrícola riquísima, que produce unas 100 mil toneladas de trigo por año con abundantes elementos de carne y sal que constituye la base de nuestra alimentación, con agua potable abundantísima y de excelente análisis químico.”
“Las condiciones defensivas de Bahía Blanca son de una excelencia excepcional. En la parte norte es donde tendrían asiento los establecimientos y poblaciones del gran puerto militar de la República, facilitando todas las construcciones hidráulicas, la resistencia del subsuelo que tiene a 38 pies de profundidad, la tosca, aseguran una resistencia perfecta para los fondos de los diques secos y demás obras hidráulicas a efectuarse, favorecidas por la profundidad de las aguas de Puerto Belgrano, donde inmediatamente podría funcionar el dique flotante sistema Clark y Stanfield. Estas múltiples ventajas que reúne este extenso y abrigado puerto donde nunca hay mar, para hacer de él el puerto militar por excelencia en la republica con todos esos establecimientos.”
En 1896, ante estas dos posiciones contrapuestas, el Presidente de la Nación Dr. José E. Uriburu y su ministro de Guerra y Marina Guillermo Villanueva, deciden buscar una tercera opinión, imparcial y técnicamente sustentada. Por ello, en 1896, contrataron al ingeniero italiano Luis Luiggi para la realización de los estudios a fin de determinar el sitio para la construcción del Puerto Militar.
Luego de un minucioso estudio técnico, del litoral marítimo argentino, Luiggi coincidió en todo con los resultados presentados por Dufourq sobre el mejor lugar para emplazar el asentamiento naval. Ante el peso de estas opiniones, el Presidente tomó la decisión de enviar la ley al Congreso de la Nación con el lugar elegido por Dufourq. El 30 de noviembre se sanciona la Ley Nª 3450, de la creación del Puerto Militar.
El 2 de julio de 1898, se coloca el primer pilote, y se adopta esa fecha como el de la fundación de la ciudad de Punta Alta, hija del Puerto Militar. En enero de 1902, con la presencia del Presidente de la Nación Gral. Julio A. Roca, se inaugura el dique de carena Nº1, con el ingreso del Crucero Acorazado “Gral. San Martín.”
“Pese a su gran obra Dufourq, no tuvo, ni tiene el reconocimiento que se merece” (4), por gran parte de la comunidad puntaltense, como tampoco por sus camaradas de armas, siendo su fecha de fallecimiento, un día antes que la del Coronel de Marina Leonardo Rosales, del cual toma el nombre el partido que cobija la Base Naval Puerto Belgrano y cuya cabecera es la Ciudad de Punta Alta.
Notas al pie
(1) Gustavo Chalier CAPITÁN Félix Dufourq, Revista “El Archivo Nº24”
(2) Enrique J. Triado, Historia de la Base Naval Puerto Belgrano, Centro Naval Inst. de Publicaciones Navales, Bs As. 1992, pág. 25.
(3) Guillermo Oyarzábal: Los Marinos de la Generación del Ochenta. Evolución y consolidación del poder naval en la Argentina (1872-1902), Bs.As., Instituto de Publicaciones Navales, 2003, pp.101
(4) Gustavo Chalier CAPITÁN Félix Dufourq, Revista “El Archivo Nº24”
Capitán de navio (RE). Licenciado en Administración Naviera y MBA. Profesor de la UDEMM