Buenos Aires. Una foto tomada en el noroeste de Groenlandia, con un trineo tirado por perros y estos caminando sobre el agua, se hizo viral en horas por el derretimiento de los hielos que exhibe. El ser humano está demostrando una toma de conciencia al respecto, pero la instrumentación de soluciones relacionadas a esa conciencia se hace muy difícil, por lo financiero y por nuestro modo de vivir.
Si no logramos, al menos, desacelerar la extinción de la diversidad biológica mundial, para el año 2050 habremos perdido, entre el 18 y el 35%, de una muestra de más de mil animales y plantas. Y esto significaría la sexta extinción masiva en la historia de nuestro planeta.
La crisis que vive la biodiversidad es muy grave, ya que al cambio climático hay que sumarle la deforestación, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales, entre otros factores.
Nos acercamos, cada vez más, a un impacto tan serio como lo fue la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años, aunque esta vez impulsado por las actividades humanas.
¿En qué nos afecta la perdida en la biodiversidad?
Ante este panorama, muchos se preguntan en que nos afecta la perdida en la biodiversidad. Solo hay que pensar unos instantes para evaluar de donde vienen los alimentos que consumimos, los materiales para hacer la ropa, los alimentos que consumimos, etc. Evidente que la gran mayoría proviene de especies de plantas y animales que hacen a la biodiversidad.
A nivel global el cambio climático afectará a muchas poblaciones que hoy dependen de la pesca, agricultura, el turismo y todas aquellas actividades económicas relacionadas y dependientes de la conservación de los recursos biológicos y ecosistémicos.
En octubre del 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) dio a conocer su informe anual en el que claramente se expresó: «Uno de los mensajes fundamentales arrojado de forma contundente por el informe es que ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1 °C, con condiciones meteorológicas más extremas, crecientes niveles del mar y un menguante hielo marino en el Ártico, entre otros cambios».
La meta propuesta por el IPCC es limitar el calentamiento global a 1.5°C en lugar de 2°C o más. «La buena noticia es que algunos tipos de medidas que se necesitarían para limitar el calentamiento global a 1,5 °C ya se están llevando a cabo en todo el mundo, pero sería necesario acelerarlas», afirmó Valerie Masson-Delmotte, Copresidenta del Grupo de trabajo I. Aunque es factible, se necesitarían “cambios sin precedentes” según otros expertos del organismo.
La toma de conciencia, tanto de países como de individuos está, prueba de esto son los acuerdos de Kioto (en vigencia desde 2005) y París (2015).
La solución ahora debe pasar necesariamente por el impulso de leyes y la profundización de los acuerdos antes mencionados. Debemos asegurarles a las próximas generaciones, que encontrarán un planeta como el que hallaron los primeros habitantes del mismo.
Fuente: ipcc.ch, inecc.gob.mx y nuevatribuna.es
Por: Confluencia Portuaria | Twitter: @ConfluenciaPort
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