Buenos Aires. En la ría de bahía Blanca el trabajo de las dragas es arduo, dada la extensión del canal principal y los puertos involucrados. No obstante, las empresas que realizan el dragado y el apoyo al mismo, cuentan con tecnología de avanzada para un trabajo eficiente.
Los contratos de dragado los realiza cada autoridad portuaria mediante licitación pública ante las empresas dedicadas a dicha actividad, son pocas y normalmente oriundas de los países bajos, donde a la fuerza han aprendido de estas tareas de remoción, a lo largo de más de un siglo.
Lógicamente son valores en millones de dólares dada la dimensión y especificidad de los trabajos a realizar que demandan equipamientos sofisticados y una logística muy grande para sostenerlos en funcionamiento.
En el caso de nuestra ría las campañas con las dragas son dos, dada la extensión del acceso de casi 100 kms. Específicamente se mantiene la profundidad en sectores críticos de la sedimentación, como pueden ser el avance de bancos de arena o la acumulación de barro en determinados lugares, dada la orografía, las actividades en superficies y, en algunos casos hasta los organismos que actúan en las planicies de fondo y marismas.
Previo a la llegada de estas dragas se realizan trabajos de batimetría y relevamiento de fondo, con sensores modernos de la propia empresa embarcados en unidades de servicios, contratadas a tal fin y con tripulaciones con experiencia en este tipo de navegaciones acotadas, restrictas únicamente a las áreas que interesan.
La dinámica de la acción conjunta consiste en la medición previa del sector, normalmente vinculada a las mareas, entendiendo que hay dragas que operan únicamente en las bajamares, pero otras lo hacen durante las 24 h. La información previa del fondo se le pasa a la draga a modo de mapa muy preciso de los lugares a generar profundidad o mantener la existente.
Una vez que estas barcas realizan su trabajo, nuevamente se hace una medición del fondo para la verificación de profundidad y relieve. El trabajo del relevo lo realizan los topógrafos mediante programas ad hoc y con aparatos de última generación.
Los profesionales embarcados pertenecen a varios países y actualmente en su mayoría son indios, holandeses y belgas. Los que navegan en barcos de bandera nacional son todos argentinos y la interacción con los extranjeros es apenas de barco a barco en la recepción y entrega de vituallas o documentación o por radio VHF. Hay trabajo de dragado previsto para un mes más.
Por: Redacción