
Buenos Aires. La depresión en la demanda de hidrocarburos fue preexistente a la aparición del Covid-19, pero ya establecida la pandemia, el descenso se agudizó. En las cercanías de los principales puertos europeos hay fondeados cerca de 40 petroleros sin poder descargar. También se están utilizando los oleoductos para almacenaje.
Son varios los factores que desencadenaron la tormenta perfecta que azota a la industria petrolera y afecta el consumo. Uno de ellos fue cuando las economías de China e India, dos de los principales compradores internacionales de hidrocarburos, comenzaron a enfriarse a fines de 2019. Luego la guerra de precios y producción entre Rusia y Arabia Saudita, agregó más inestabilidad al sector.
Como para hacer aún más negro el panorama, en diciembre del año pasado fue detectado el nuevo coronavirus en China y poco tiempo después este virus llegó a todo el planeta y se hizo pandemia. Además de la enorme crisis de salud, el SARS-CoV-2 ocasionó una parálisis casi total de las actividades económicas, ya que una de las medidas tomadas por casi 200 países para combatir el virus, fue detener la movilidad.

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA) “se espera que la demanda mundial de petróleo caiga a un récord de 9.3 millones de barriles diarios, interanual en 2020”. Si bien hubo paz entre Riad y Moscú y llegaron a un acuerdo extendido a toda la OPEP y a varios países más fuera de ella, para reducir la producción a partir de mayo (estimándose un recorte cercano a los 10 millones de b/d), la inestabilidad durará todo este año.
Otro de los sectores muy afectados por este parate en el consumo, es el de las refinerías. En el informe de abril de la IEA se reporta que la producción “caerá 7.6 millones de b/d interanual a 74.3 millones de b/d debido a la fuerte reducción de la demanda de combustibles. Se espera que el consumo global de las refinerías se desplome en 16 millones de b/d interanual en el segundo trimestre del año, con cortes y paradas generalizadas en todas las regiones”.
Varias fuentes europeas del sector petrolero afirman que si la demanda continúa en los niveles actuales y los stocks siguen aumentando a razón de unos 20 millones de b/d, el espacio restante de almacenaje a nivel global colapsaría para fines de mayo.
Fuente: iea.org, bbc.com y eleconomista.es
Por: Redacción | Twitter: @ConfluenciaPort
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