
Investigadores en Australia han redescubierto el naufragio de un barco mercante holandés, el Koning Willem de Tweede, que se hundió en 1857 en Guichen Bay, cerca de la costa de Robe, Australia del Sur. Este barco de 43 metros de eslora y de 800 toneladas, había transportado más de 400 mineros chinos desde Hong Kong hasta los campos de oro de Victoria, antes de quedar atrapado en una tormenta y encallar.
El naufragio fue difícil de localizar debido a la arena fina de la bahía, que reducía la visibilidad y enterraba los restos del barco. Sin embargo, en marzo de 2025, los arqueólogos lograron identificar el sitio gracias a un magnetómetro y hallaron el cabrestante del ancla, lo que confirmó la identidad del barco.
Este hallazgo es significativo porque el naufragio ocurrió de manera repentina, lo que sugiere que muchos artefactos de la tripulación y los pasajeros aún podrían estar en el sitio. Los investigadores planean regresar para explorar más a fondo y recuperar objetos que podrían aportar información sobre la vida a bordo en el siglo XIX.
La fiebre del oro australiana
La fiebre del oro australiana, que comenzó en 1851, transformó el país al atraer una ola masiva de inmigrantes en busca de fortuna. Miles de personas de China, Europa y América llegaron a Australia, impulsando el crecimiento de ciudades como Ballarat y Bendigo.
El comercio floreció con la demanda de herramientas, alimentos y transporte para los mineros. El oro se convirtió en el principal producto de exportación, fortaleciendo la economía australiana y atrayendo inversiones en infraestructura, como ferrocarriles y puertos. Sin embargo, la migración también generó tensiones sociales, especialmente con la comunidad china, que enfrentó discriminación y restricciones legales.
Este período marcó el inicio de una transformación económica y social que definiría el desarrollo de Australia en las siguientes décadas.
Por: Redacción