Buenos Aires. La política fiscal es un factor importante que impulsa la inversión privada, a la hora de concretar proyectos de energías renovables, además beneficia a la economía y crea nuevos puestos de trabajo. Por el contrario, la falta de certeza política alrededor del tema fiscal obstaculiza el crecimiento de la energía eólica y de otras fuentes no fósiles. Este es el caso del “impuesto al viento” creado en el municipio de Puerto Madryn.
Cuando uno dice “a los políticos que no se les cae una idea”, se enojan. Si el problema es la falta de recursos, y se les pide que reduzcan gastos de la política, te dicen que ese no es el problema y también se enojan. Pero ante la escasez de dinero, algún Aladino patagónico frotó la lámpara y salió esta nueva barrabasada con formato de ordenanza. Ah, pero primero agrandaron el ejido urbano (con la complicidad de la Legislatura de Chubut), ya que los parques eólicos estaban fuera de él y no podían aplicarles la tasa al viento.
Consultado por el sitio bnamericas.com, el concejal Dardo Petroli, presidente del bloque oficialista Chubut al Frente, explicó al respecto del impuesto recién creado que: “Es una cuestión recaudatoria. Los ingresos se tratan de incrementar a como dé lugar. Hicimos el cálculo y tomamos los parámetros anteriores y vimos que con estos nuevos se podía cobrar más porque los montos anteriores eran ínfimos en comparación con lo que generan los parques”. Quedó claro el fin, recaudatorio y de cualquier manera…
Nada expresó el edil sobre que la creación o modificación de nuevos impuestos modifican las reglas establecidas sobre el sector de las energías renovables, que medidas como éstas nos hacen menos creíbles como país, y desalientan a cualquiera que desee invertir en este rubro. En general son inversiones cuantiosas, que necesitan de reglas muy claras y a largo plazo.
Lo que pretenden hacer en Chubut no es nada nuevo. En una Argentina que en 2017 vio como Luis Beder Herrera, ex gobernador de La Rioja, propuso cobrar un «impuesto al sol» por el desarrollo de centrales fotovoltaicas, ya nada debería sorprendernos. En este caso, y como fue lógico, no prosperó.
Esperemos que este intento en Puerto Madryn tampoco prospere ya que, por lo contrario, veremos como un renacido Don Quijote, vencerá a esos “desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra”, pero en lugar de lanza será con la voracidad fiscal como arma.
Por: Redacción | : @ConfluenciaPort | : @confluenciaportuaria
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