
Buenos Aires. El trabajo que desarrollan las lanchas en Puerto Rosales es intenso y de suma importancia. Estas embarcaciones, con tripulaciones muy capacitadas, además del servicio a las monoboyas (petróleo), realizan su mantenimiento en nuestro puerto, generando empleo genuino.
El trabajo programado de mantenimiento en tierra de esas embarcaciones, es realizado por mano de obra de destacable calidad, como lo es la de los reparadores navales que realizan labores en la obra viva de las naves.
Anualmente, y en cumplimiento de lo establecido en Manual de Gestión, cada barca debe realizar inspección completa de todo el casco. En estas oportunidades la Prefectura Naval Argentina – Autoridad Marítima – verifica a seco el estado del mismo, las válvulas, líneas de ejes y hélices.

Previo a dichas verificaciones oficiales, las empresas preparan y alistan a sus unidades, dejando su estructura en condiciones óptimas, sometiéndolas a limpieza de verdín, algas o musgos con hidrolavado, retirada de dientes de perro y todo tipo de adherencias o incrustaciones, recorrida de pasacascos, masillado, pulido y pintado con antifowling.
Comúnmente, en este tipo de labores pueden desempeñarse entre 3 o 4 talleres en forma simultánea, con excelente mano de obra local que oscila en un total de 10 personas por barco. Paralelamente, es frecuente encontrar a otros técnicos en chequeo de equipos de navegación, radares, cableado o, tareas de carpintería de ribera, por ejemplo.
Actualmente se constata lo manifestado mediante la lancha a motor San Juan, recientemente recorrida, propiedad de la Compañía Boskalis. Movimiento de lanchas menores, tallerismo y reparaciones navales, tradición en el muelle de Puerto Rosales.
Fuente: Puerto Rosales
Por: Confluencia Portuaria | Twitter: @ConfluenciaPort
Por: Redacción