Buenos Aires. Tras pasar casi dos meses en dique seco en Puerto Belgrano, el rompehielos Almirante Irizar regresó a Buenos Aires. A esta navegación, que duró cinco días, fue invitado el Delegado de Puerto Rosales, Lic. Guillermo Burgos, el que gentilmente nos respondió algunas preguntas.
CP: ¿Cuál fue el propósito del viaje?
GB: “Cumpliendo una gestión de vincular a los diferentes organismos nacionales y provinciales y, a invitación de la Armada, embarqué en representación de Puerto Rosales en esta moderna nave antártica, desde Puerto Belgrano hasta el puerto de la ciudad de Buenos Aires.”
CP: ¿Qué tipo de actividades desarrollaron durante el recorrido?
GB: “En la singladura, además del recorrido general de la unidad, se pudo participar directamente en la instrucción de los cadetes de la Escuela Naval y otros invitados. Todo el sistema portuario bonaerense fue explicado, cómo funcionan los consorcios de gestión y dinamizan las economías regionales de sus distritos.”
Sobre las ocupaciones a bordo, Burgos agregó: “Asimismo, fueron abordadas temáticas de extremo interés como las Vías Navegables, la pesca en el océano Atlántico Sur y los Intereses Marítimos del País.
CP: En su entender ¿Cuál fue el eje central de su participación en esta experiencia?
GB: “El tema más importante abordado fue la necesaria interacción entre la Base Naval y Puerto Rosales y el significado de ese resultado en el desarrollo de la ciudad de Punta Alta, su distrito y región.”
Finalmente, el Delegado portuario añadió: “Al arribo pudimos realizar una recorrida por el astillero Tandanor y ver a los barcos pesqueros y portacontenedores que se encuentran a seco en reparaciones e inspecciones. Y no quiero dejar de agradecer al comandante del Irizar, Capitán de Navío Maximiliano Mangiaterra y al personal bajo su mando, la excelente recepción, trato, profesionalismo y cordialidad dispensadas durante la travesía.
Por: Confluencia Portuaria | Twitter: @ConfluenciaPort
Por: Redacción