Buenos Aires. Es una crisis dentro de la crisis del turismo. La pandemia ocasionada por el Covid-19 no solo afectó por el cierre prácticamente total de la actividad, sino que también dañó la economía de los potenciales usuarios y la confianza en su seguridad personal, fuera de su hogar.
Norwegian tenía previstos viajes de sus naves Bliss y Joy para visitar Alaska a principios de octubre, pero Canadá extendió la prohibición de atraque en sus puertos para barcos de más de 100 pasajeros hasta el 31 de octubre. Este hecho hizo inviables esos itinerarios y la compañía se vio obligada a cancelarlos.
Los pasajeros cuyas reservas se vean afectadas por la cancelación pueden optar por recibir un bono por un viaje futuro, incrementado la empresa en un 25% el beneficio, o también pueden elegir un reembolso completo.
Para dimensionar económicamente lo que representa una temporada de cruceros en Alaska, la organización CLIA Alaska dio a conocer un informe en el que menciona la cancelación, hasta la fecha de 408 arribos. Una temporada normal genera alrededor de 4.500 millones de dólares y unos 52.000 empleos. También se ven severamente afectados “los muchos habitantes de Alaska, las empresas locales y las comunidades que dependen del gasto de la industria de visitantes (unos 2.000 millones de dólares).”
En el corto plazo el panorama no es alentador, porque muchas de las compañías que tenían previsto volver a navegar en el verano boreal decidieron posponer su regreso hasta el otoño, momento en el que se espera más claridad sobre la evolución de la pandemia.
Fuente: maritime-executive.com
Por: Redacción | : @ConfluenciaPort | : @confluenciaportuaria
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