Buenos Aires. Un aniversario diferente, las actividades en aumento de este puerto centenario, le brindan a sus 112 años una realidad que entusiasma.
Hoy bajo la nueva forma de administración de Consorcio de Gestión, la antigua delegación portuaria bonaerense se transformó en un ente público no estatal, formato que posibilita el manejo y la inversión de los recursos recaudados de una manera más directa y en acuerdo a los intereses locales y regionales.
Por características geográficas e históricas las operaciones en el espejo de agua bajo responsabilidad rosaleña ha ido contemplando la carga o descarga de enormes volúmenes de hidrocarburos, pudiendo llegar a un millón de toneladas por mes.
Mediante dos monoboyas a profundidades cercanas a 20 m es posible la llegada de los buques tanque de bandera nacional trayendo petróleo desde los yacimientos del sur, Caletas Córdova y Olivia, Cullen, San Sebastián, etc.
Ese crudo -llamado convencional- se descarga e ingresa desde los tanqueros hacia una planta bombeadora en tierra que lo lleva hacia sus tanques y lo inyecta a un oleoducto que finalmente lo transporta hacia las refinerías del noreste bonaerense.
En Rosales también se trabaja en una maniobra diferente, casi inversa; puede operarse con crudo no convencional (shale) que llega por otro oleoducto desde el oeste (Medanito/Vaca Muerta/ Neuquén) y se carga en otras naves cisterna de bandera extranjera que lo exportan a países como Estados Unidos, Jamaica, Dinamarca o Brasil, entre otros.
Generado por las actividades del petróleo en el muelle hay un movimiento incesante día y noche de lanchas de servicios que zarpan a las monoboyas, Punta Cigüeña y Punta Ancla (SPM, por sus siglas en inglés), dónde desempeñan sus tareas específicas de amarre de los MT y posicionamiento de manguera.
Junto al muelle corrido se incrementa progresivamente la operación de barcos pesqueros de mediana altura, en tallerismo naval, provisión, limpieza, mantenimiento de equipos, etc.
En 2015 algunas Pesqueras comenzaron a traer parte de sus flotas a este puerto, que por su posición geográfica está más próximo de la zona de pesca atlántica, que los amarres disponibles cercanos a Buenos Aires.
Puerto Rosales hoy cumplimenta normativa nacional de seguridad dado que ha finalizado un cercamiento nuevo y efectivo con un monitoreo de cámaras que minimizan la posibilidad de ilícitos de cualquier índole en ese sector.
Actualmente hay mucho más espacio de trabajo dado el desguace del galpón sur y arreglo del galpón norte, posibilitando la recuperación de sectores, hoy a disposición de empresas pertinentes.
El puerto ha trabajado mucho también para la seguridad vial de su ejido. Primeramente, habiendo construido el 80% del total de la traza nueva desde la ciudad 2017/2018, y hace 2 meses colocando reductores de velocidad en toda esa cinta asfáltica de acceso al balneario, zona franca y al sector de barcos.
Ya como consorcio, Puerto Rosales ha estrechado su vinculación con la Prefectura Naval, la Armada Argentina, Ejército Argentino, Aduana, Senasa, el CGPBB, Policía de Establecimientos Navales, clubes náuticos de la región, la prensa regional y los municipios de Punta Alta y Bahía Blanca.
Fuente: CGdPCR
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