Buenos Aires. Los equipos de pesca (redes, líneas, trampas de pesca, etc.) abandonados o perdidos en el mar, siguen matando a cientos de miles de peces, ballenas, focas, tortugas y aves. Las estimaciones de organismos internacionales llegan hasta las 640.000 toneladas, de estas artes de pesca fantasmas, que abarrotan los mares.
Hasta la década de 1960, las redes estaban hechas principalmente de cáñamo o algodón biodegradable, por lo que este problema no era tan grave como en la actualidad. Luego cambiaron la norma actual, y se comenzaron a utilizar materiales sintéticos, resistentes a la degradación como el nylon o el polietiléntereftalato (PET).
Cuando las redes comienzan a deteriorase por su uso, se hace necesario remendarlas, y los restos descartados, generalmente llegan al mar. Y cuando ya no es posible repararlas, en ocasiones se rompen durante la pesca y son abandonadas. También pueden ser descartadas por seguridad durante un temporal o corrientes muy fuertes.
A fin de mensurar el daño que pueden provocar las redes fantasmas y sobre todo por cuanto tiempo, podemos decir que una red de cáñamo o algodón permanecerá en el mar cerca de dos años, las redes de nylon alrededor de 40 o 50 años, los sedales monofilamento 600 años, etc.
El principal impacto de las redes abandonadas en el medio marino es la conocida como “pesca fantasma”, la captura accidental y no intencionada de fauna marina provocada por redes a la deriva. La pesca fantasma es considerada la causa principal de muertes de animales marinos cada año, no sólo de especies pesqueras sino también de aves y mamíferos marinos.
A pesar de ser grave en el mundo, el problema de la pesca fantasma se escapa de los grandes titulares. Pero estas redes abandonadas son muy eficientes, y terminan matando a más vida marina de cuando estaban en uso activo. Algunas de estas redes viajaron miles de kilómetros y en su trayecto acabaron con la vida de miles de peces, tortugas, crustáceos, etc.
A pesar de no contar con suficientes estadísticas del daño ocasionado por la pesca fantasma a la fauna marina, algunas estimaciones sugieren que este material desechado puede eliminar hasta el 30% de la captura desembarcada de ciertas especies de peces. En Japón hay ejemplos de zonas donde la captura fantasma de pulpo (en este caso por trampas abandonadas o desechadas), duplicaban las capturas realizadas por la flota pesquera.
Fuente: seavoicenews.com, vistaalmar.es y ec.europa.eu
Por: Confluencia Portuaria | Twitter: @ConfluenciaPort
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