
Buenos Aires. Cuando se trata de energías sostenibles, el hidrógeno está actualmente en el centro de atención. En el futuro, los autobuses y los vehículos comerciales, por ejemplo, así como los automóviles, deberían funcionar con hidrógeno. El Instituto Fraunhofer de Microtecnología y Microsistemas IMM en Mainz está trabajando en otra posibilidad prometedora. En el proyecto ShipFC, el Instituto alemán está desarrollando la primera pila de combustible a base de amoníaco del mundo para barcos junto con 13 socios europeos. Los investigadores de Fraunhofer son responsables del catalizador. Asegura que no haya emisiones nocivas.
Las emisiones que son dañinas para el clima surgen particularmente en el transporte marítimo. Según la Agencia Federal del Medio Ambiente, el transporte marítimo en los océanos del mundo ya es responsable de alrededor del 2,6 por ciento de las emisiones globales de CO2. En 2015 se emitieron alrededor de 932 millones de toneladas de CO2, y esta cifra aumenta cada año. Se necesitan con urgencia contramedidas.
El proyecto ShipFC tiene como objetivo demostrar que la nueva tecnología de propulsión libre de emisiones funciona de forma segura, fiable y sin problemas incluso en grandes barcos y en viajes largos. El proyecto está coordinado por NCE Maritime CleanTech de Noruega. La organización se ha fijado el objetivo de desarrollar tecnologías respetuosas con el medio ambiente en el sector marítimo.
Los beneficios del amoníaco
Al amoníaco se lo conoce principalmente por su uso en la agricultura, donde se utiliza como fertilizante. Pero también es una buena fuente de energía de alta calidad. El Profesor Dr. Gunther Kolb, Jefe de Energía y Director Adjunto del Instituto Fraunhofer IMM, explica: “El amoníaco tiene claras ventajas sobre el hidrógeno. El hidrógeno debe almacenarse como líquido a -253 grados Celsius o comprimirse como gas a presiones de alrededor de 700 bar. Como líquido, el amoníaco tiene un contenido moderado de -33 grados Celsius a presión normal y +20 grados Celsius a 9 bar. Eso hace que el almacenamiento y transporte de esta fuente de energía sea mucho más fácil y menos complicado.»

El estado del proyecto
El equipo del Instituto Fraunhofer busca completar un primer pequeño prototipo hacia finales del corriente año. Un prototipo en tamaño real debería estar listo para fines de 2022. El objetivo es que en la segunda mitad de 2023 zarpe el primer barco con la pila de combustible a base de amoníaco. La nave elegida es el Viking Energy de la naviera noruega Eidesvik. Después de eso, otros tipos de barcos, como los buques de carga, estarán equipados con él.
El potencial futuro del amoníaco
El amoníaco es suministrado por Yara (Noruega), socio del consorcio ShipFC. La empresa produce ahora un tercio del amoníaco que se consume en todo el mundo. Para el proyecto ShipFC, se utiliza amoníaco producido de forma sostenible.
ShipFC abre grandes oportunidades de futuro para una fuente de energía previamente subestimada. El profesor Gunther Kolb, agregó al respecto: “No vemos al amoníaco como un competidor directo del hidrógeno, sino como una opción adicional en el espectro de las energías sostenibles. Debido a las ventajas del almacenamiento, esta tecnología respetuosa con el medio ambiente seguramente encontrará su lugar en la generación de energía. El uso en barcos es solo el comienzo.»
Fuente: fraunhofer.de
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